Hace 64 años comenzábamos con la misión de servir a niños, niñas y adolescentes a quienes sus padres no podían cuidar
Comienzo
Este trabajo ha sido posible por el incondicional apoyo que siempre han dado las dos iglesias que forman la Federación Hogar Amanecer; La Iglesia Metodista del Uruguay y la Congregación Alemana de Montevideo, con sus respectivos miembros representantes en el Consejo Directivo.
El marco jurídico del Proyecto se basa en normas consagradas a través de la Convención de Derechos del Niño, las Directrices de las Naciones Unidas, las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños y el Código de la Niñez y Adolescencia. Todos estos marcos promueven el derecho a la convivencia familiar y comunitaria y parten de la necesidad de preservar los vínculos familiares y comunitarios de los niños, niñas y adolescentes, sin privilegiar las internaciones en Centros de Atención Especiales de 24 horas.
Vínculos
Nuestro accionar, se encuentra basado en las carencias de vínculos sanos y la promoción de una convivencia adecuada para el desarrollo y crecimiento de la prole.
Colaborando en el aprendizaje de nuevos modelos de convivencia que generan bienestar, desarrollan aptitudes y fortalezas individuales de la manera más integral posible. El rol fundamental del Hogar es constituirse en un modelo alternativo a lo que ellos han conocido, con experiencias que permitan una vida más gratificante, con la adquisición de hábitos que modifiquen su forma de sentir, actuar y pensar, logrando una integración social satisfactoria, más allá de las posesiones materiales que puedan obtener, Muchas vidas han sido transformadas y muchos n.n.a. han logrado una oportunidad de integrarse a familias: familia biológica, familias extensa y familia amiga, logrando dejar atrás mucho sufrimiento.
Sistema Integral
Hogar Amanecer forma parte del Sistema Integral de protección de niños, niñas y adolescentes al trabajar en convenio con el Instituto del niño y adolescente de nuestro país.
En cuanto a nuestro marco conceptual, nos regimos desde una perspectiva de derecho, que se enfoca en prácticas que hagan del niño y adolescente el centro de atención y cuidado, buscando hacer posible el desarrollo integral de su persona. Como lo dicen los distintos códigos y convenciones el niño debe y desea vivir en su familia y la separación de la misma sólo debe obedecer a la vulneración de sus derechos por quienes deberían cuidarle. Distintas investigaciones nos muestran resultados que reflejan una realidad de vivencias atravesadas por la violencia, donde los estilos de crianza basados en los malos tratos producen profundos daños en cada uno de los niños, niñas y adolescentes que deben pasan a vivir en instituciones de protección. Teniendo en cuenta que el medio idóneo para el logro del crecimiento y desarrollo es el medio familiar, una meta importante de nuestro trabajo es lograr la integración de estos niños a una familia (Artículos 5,7,8,18 y 27 de la CDN). Si es posible reintegrarlo a su familia biológica, de lo contrario, trabajar en la posibilidad de vivir con una familia que acompañe y promueva su desarrollo y bien estar.